Fruto de la crisis económica y financiera que atraviesa nuestro país y de las perniciosas políticas aplicadas durante estos años, la calidad del empleo y en general las condiciones del mercado de trabajo en España se han visto seriamente dañadas. El desempleo, la falta de condiciones laborales dignas y la rebaja de los salarios, están contribuyendo a construir un panorama social preocupante en el que, cada vez más, se ponen de manifiesto importantes desigualdades sociales.
Según la última Encuesta Anual de Estructura Salarial publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la ganancia media anual por trabajador fue de 22.726,44€en 2012, lo que supone un 0,8% menos que el año anterior, figurando muchos más empleados en los valores bajos que en los elevados. Así, el 17,24% de los trabajadores cuentan con ganancias bajas (Low pay rate), situadas en los 9.034,20€ anuales, y de ellos, el 64,89%, son mujeres. Además, el 17,36% de las mujeres empleadas en 2012 tuvo ingresos salariales menores o iguales que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). La cifra de trabajadores que ganan, como máximo, el Salario Mínimo Interprofesional, o menos, han pasado de 6 de cada 100 personas en 2004 a ser 12,25 de cada 100 en el año 2012.
Sectores de ocupación precarios
Además del sexo, con el que se encuentra estrechamente relacionado, la ocupación es una de las variables más influyentes en el nivel salarial. De esta forma, los trabajadores no cualificados en servicios y los de los servicios de restauración y comercio son las ocupaciones menos remuneradas en el panorama laboral en España, cuyas ganancias medias disminuyeron en un 1% y 0,8%, respectivamente, situándose en los 12.819,51 euros y los 14.442,36 euros anuales. Los servicios de la salud y cuidado de personas así como los de protección y seguridad son los sectores que han registrado las más importantes disminuciones salariales, con un 3,8% y 3,3% respectivamente.
Por otro lado, según el INE, los salarios anuales por empleos a tiempo parcial sufrieron una disminución del 1,2%, mientas los salarios a tiempo completo crecieron un 0,5%. La diferencia salarial en cuanto a la duración del contrato es también significativa: los trabajadores con un contrato de duración determinada tuvieron un salario medio anual inferior en un 34,5% al de los contratados indefinidos.
Pobres con empleo
En este escenario, ser mujer menor de 30 o mayor de 50 años, con formación o sin ella, supone contar con peores condiciones laborales, a lo que se une, además, el creciente aumento de los contratos a tiempo parcial o de formación, como demuestran los últimos datos del paro registrado en junio de este año.
Todos estos indicadores de desigualdad laboral están contribuyendo negativamente a la creación de un nuevo perfil de trabajador, el pobre con empleo, que a pesar de tener un trabajo no es capaz de contar con las condiciones necesarias para garantizarse una vida digna. Contratos por horas, precarios, con retribuciones irrisorias hacen que muchas personas trabajen pero no tengan lo suficiente para hacer frente a lo básico. Por primera vez la contratación indefinida a tiempo completo es minoritaria al resto de contrataciones en la foto de nuestro panorama laboral.
Para USO, se está creando una clase trabajadora empobrecida que necesita de la puesta en marcha de políticas de creación de empleo estable, cualificado y de calidad unido a un plan de estímulo económico que incida en áreas como la industria y la innovación. Sin olvidar a los parados de larga duración, especialmente jóvenes y mayores de 45 años, que requieren de políticas activas de empleo y reciclaje. Hoy más enérgicamente si cabe, rechazamos las últimas recomendaciones del FMI, en la misma línea que las de la patronal española, de seguir a seguir bajando salarios, incluso situarlos por debajo del SMI.
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